Blancanieves: otro final.

Y la ancianita le ofreció la manzana más apetitosa que hubiera visto nunca, roja y de brillo resplandeciente, que parecía decir: cómeme, cómeme. Además, ¿cómo decir que no a un ser tan entrañable? Pero de pronto, Blancanieves se sacudió  como quien acaba de darse cuenta de algo importante y le dijo a la anciana: «lo siento, no puedo comérmela, me acaban de decir que soy intolerante a la fructosa». Se dio media vuelta y continuó con sus tareas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La bola de nieve

Lucía y la cámara olvidada -Prólogo

Lucía y la cámara olvidada - Capítulo 1 “The team”