“Diez años, diez segundos”
CUERPO
Las sábanas me envolvían
fuertemente, apretándome, sujetándome, protegiéndome. Mi cabeza descansaba
desplomada en la almohada, hiriéndola sin piedad, dejando caer su peso de
plomo, resistiéndose a abandonarla. Mi cuerpo, inerte, quieto, yermo, yacía sin
vida, a su suerte.
CORAZÓN
Órgano sin sentido, sin latido,
sin quejido. Anhelo de lo vivido, lleno de desperdicio.
MENTE
Disparada, acelerada, censurada.
Llena de vida, sensible y sensata.
De repente me salí de mi cuerpo
como encendida. Levité, me separé de mi misma. Resucité mi corazón, le quité
las cadenas y aumenté de lucidez mi vida. MI VIDA. Recobré el sentido, volví a la vida. Arrojé la
ceguera de diez años, agradecí la lucidez durante diez segundos. Volví a vivir.
Volví a la vida.
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